martes, 6 de septiembre de 2011

… ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?...” Isaías 6:8

Pastores:
Ricardo y Maura
Camarero
 
Hoy estuve reflexionando sobre esta pregunta ¿a quién enviare? ¿Será que nadie quiere ir? Y después de investigar mi corazón pensé, que sería una falta de humildad y de pretensión decir que soy el único que quiera decir: ¡si envíame a mí, yo voy! al llamado de un Dios trino.
Intrigado empezó el Espíritu Santo a tratar conmigo esta mañana, diciendo apaciblemente a mi corazón; “cuando veo el desea de un corazón que se inclina a Jesús, lo aprecio tanto y lo considero un cofre donde puedo llenarlo de riquezas espirituales, vida y luz, y cualquiera que lo habré no puede más que hablar de lo que tiene ese cofre, al grado de que la gente ya no lo ve como un cofre sino como un tesoro.
Pregunte entonces, ¿Quiénes son esas personas que quieres enviar? Y me comunica: los que anhelan que el Señor los utilice.
Lo mismo puede decirse por lo que se refiere al poder espiritual; pues el poder espiritual no es algo meramente externo; es el resultado de un corazón que ha entregado a Dios todos sus deseos y se ha consagrado a Él.
Podemos dejarte este mensaje para que reflexiones junto con nosotros el resto del día:
“el éxito de ser usado por Dios, no se basa en:
·         Tus habilidades
·         Tu decisión
·         Tu educación
·         Tu apariencia
·         Tu economía
·         Tu herencia
·         Tu apellido
·         Tu personalidad
·         Ni en tu prisa por servirle
Se basa en:
·         En la medida que el corazón se entrega y se consagra a Dios diariamente.”
¿Has pasado un tiempo de entrega y consagración con Jesús hoy?