jueves, 8 de septiembre de 2011

Me gustaría que subiera el número de consagrados


1 Corintios 15:6
Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven aún, y otros ya duermen.

Hemos hablado que el grado de luz, poder, y riquezas espirituales son proporcional al grado de consagración diaria a Dios y al servicio a los demás.
Hoy  le hicimos una pregunta a Dios. ¿Cómo podemos ver por todo nuestro alrededor, que se predique más efectivamente y que tu Iglesia gane más almas y permanezcan?

Y el Espíritu Santo hablo:
15 En aquellos días Pedro se levantó en medio de los hermanos (y los reunidos eran como ciento veinte en número), y dijo:
Exacto: no eran 500 pero si eran ciento veinte, debemos asegurarnos de estar entre los ciento veinte, en este caso solo del 20 al 25% estaban buscando recibir la promesa para ser testigos.
·         No dejes de reunirte a orar

·         Quizás no todos quieran orar pero si un 20 porciento

·         No trabajes con la mayoría, trabaja con los que tienes,

·         Un día sonara el viento no dejes de congregarte
Nuestra oración entonces fue:
“Señor no queremos perdernos el viento y la unción para ser testigos”

Y el Espíritu Santo hablo una vez más:
“estoy buscando hombres idóneos  y fieles, a quienes  le pueda confiar mis riquezas”
Y concluimos:
“Si no estamos dispuestos a consagrarnos en bases diarias,  escogerá a los que están reunidos”
“con los que aman y buscan al Señor” no con la mayoría.

Pastores: Ricardo y Maura Camarero